Me gusta definirme como la rebelde de la comunidad del pelo rizado. No me malinterpretes, me encantan mis rizos, pero sobre todo me gusta el hecho de que el pelo rizado es tan versátil. Puedo llevar fácilmente un peinado liso de la misma manera que puedo lucir una cascada de rizos.
Me ha costado un poco de tiempo dominar la capacidad de moldear mi pelo como yo quiero. Aquí están mis secretos definitivos e infalibles para llevar el pelo liso, con el menor daño posible (y si ya has visto mi pelo, sabes que es posible tener un pelo extremadamente largo y sano incluso si lo alisas).
Lo que hay que hacer
1. Prepara el cabello: Utiliza un acondicionador profundo con proteínas antes de alisar el cabello. Mi favorito es el Living Proof Recovery Mask o el Briogeo Repair Don’t Despair Mask. Esto rellenará los huecos en la corteza del cabello, haciendo que el pelo sea más resistente.
2. ¡Asegúrate también de que tu pelo tiene la cantidad adecuada de humedad! El cabello que está demasiado saturado de proteínas puede ser duro y se rompe más fácilmente, así que mantenga un buen equilibrio en su rutina diaria y utilice proteínas cuando necesite una protección fuerte.
3. Utilice un leave-in eficaz: Busca un leave-in que sea a base de agua para añadir humedad (aka elasticidad) a las hebras antes de alisarlas. Mi favorito es el Living Proof PHD Leave In. También tiene protección contra el calor!
4. Usa un protector contra el calor: Este paso es extremadamente crucial. Es importante entender cuáles son los ingredientes que nos dan protección contra el calor: las siliconas (¡sí!) son las más efectivas, y permiten también que tu cepillo se deslice por el cabello minimizando la rotura. Luego las proteínas (proteína de soja, queratina, trigo… ¡Ya lo tienes!), y las ceramidas. Mi protector térmico favorito es el Bamboo Heat Protectant de Alterna, o si tienes poco presupuesto, el Thermal Creations Heat Protectant de Tresemmé.
5. Desenreda: Asegúrate de que tu pelo está 100% libre de enredos antes de empezar. ¡Los tirones y rasgaduras en el pelo enredado son la primera causa de rotura! Desenreda tu cabello en la ducha después de dejar reposar el acondicionador durante un rato.
6. Utiliza aparatos de calidad: Elige un secador que tenga boquilla (¡¿todavía hay alguien que no use boquilla?!), una buena potencia (de 1800w a 2400w es perfecto), iones y calor infrarrojo. Si puedes derrochar, los T3 son los mejores que hay. Si vives en Europa o quieres una alternativa más barata, prueba el secador Sony Protect. Tiene un ajuste de «protección de la temperatura» que te permite no usar nunca demasiado calor en el pelo.
7. Invierte en un buen cepillo: Elige un cepillo redondo de cerámica. El mejor que puedes encontrar es el que cambia de color cuando la temperatura es demasiado alta. Los cepillos de cerámica alisan el pelo mejor que los de cerdas de jabalí, con menos calor. Compra dos cepillos, uno grande para las secciones más grandes y otro pequeño para los detalles y la parte delantera.
8. Seca el pelo en un 80% antes de usar el cepillo: Puedes ahorrarte un poco de calor metiendo el pelo en una toalla de microfibra y dejando que se seque de esa manera, o bien, pasarle un chorro de calor de frío a calor, prestando atención a no enredarlo. El pelo mojado no mantiene la forma, y tienes que dedicar más tiempo a cada mechón, tirando y calentándolo, lo que equivale a más daño.
9. 4 secciones: Divido el cabello por la mitad a la altura de las orejas, y luego la sección en otras dos partes, derecha e izquierda. Esto mantiene el cabello húmedo lejos del cabello seco y le permite ser más ordenado. No dudes en probar con más secciones si tu pelo es más rizado. Empieza siempre por la parte inferior y ve subiendo hasta la parte superior.
10. Seca primero las zonas más rebeldes (como el flequillo): Si dejas que se sequen demasiado, se rizarán y nunca quedarán superlisos. Así que ataca primero a esos flequillos y luego retíralos con una horquilla. También es útil utilizar el cepillo pequeño para estas zonas.
11. Utiliza la temperatura de calor más baja posible: Empieza con el pelo frío (¡el pelo fino se puede moldear también con el pelo frío!) y si eso no funciona, aumenta el calor gradualmente.
12. Seca cada sección al 100%: Nunca pases a la siguiente sección si no estás segura de que el cabello con el que trabajas está perfectamente seco. ¿Ya has experimentado la situación de «pelo liso a pelo marica en minutos» después de alisarlo? Es porque tu cabello aún tenía demasiada humedad, lo que permitió que se hinchara una vez que terminaste tu arduo trabajo: ¡no es un aspecto bonito!
13. Golpea el cabello con aire frío para fijar el peinado y eliminar la última humedad. Seca el cuero cabelludo si has sudado durante el proceso (oye, es un buen ejercicio para los brazos).
14. Sellar el cabello con un sérum o aceite: A mí me gusta el aceite de argán puro, sólo una gota.
Lo que no hay que hacer
1. Usar una plancha: Esto es un gran no-no. Los secadores utilizan temperaturas más bajas para ofrecerte los mismos resultados. Es sólo cuestión de práctica y de herramientas adecuadas (cepillos…). Guarda la plancha para pequeños retoques (como rizos rebeldes) pero no la uses en toda la cabeza.
2. Usa productos a base de agua los días posteriores: El agua hará que el cabello vuelva a ser rizado. Asegúrate de que los productos que utilizas en tu cabello liso no contengan agua (es decir, a base de aceite o silicona). Aléjese también de los humectantes y la glicerina.
3. Lávese el pelo más de dos veces por semana cuando se alise: Intenta alargar el peinado con champús en seco para no estresar demasiado tu cabello.
4. Finge demasiado: Tú conoces tu cabello. Si tienes un cabello blanqueado fino como el de un bebé, no creas que no vas a arruinar tu cabello al alisarlo. Lo harás. Así que sé honesta con tu cabello y sabe si realmente puedes hacerlo.
5. Estresar demasiado tu cabello: Elige uno de los muchos males. Si quieres llevar peinados lisos a menudo, olvida el look decolorado, el pelo teñido. Los cabellos teñidos y decolorados ya son súper frágiles, por lo que no puedes usar la misma cantidad de calor de alguien con cabello virgen.
6. Olvídate de las opciones sin calor: Si tienes tiempo, puedes utilizar alguno de estos métodos para alisar tu cabello sin calor: Formadores de rizos, envolturas, rulos…
7. Concentra todo el calor en las puntas: Seca primero las raíces, deja las puntas para el final y no las cepilles en exceso. Las puntas son la parte más frágil de tu cabello.
8. Odia las siliconas: Soy partidaria de los productos sin siliconas para mis rizos (también conocido como método CG) pero cuando se trata de alisar el cabello, disfruto de la protección que me dan. Así que no tengas miedo de usarlas (puedes lavarlas fácilmente con un poco de champú).
9. Olvida que es TU pelo. Tú decides cómo llevarlo. No dejes que nadie te diga que no eres «natural» porque quieres jugar con tu cabello.
Nora Huber (YouTube: Shalimarcat) compartió con nosotros sus mandamientos para alisar el cabello fino, ondulado y rizado sin usar la plancha. Síguela en Instagram aquí.