Detección del cáncer de pulmón
La mayoría de los cánceres de pulmón se diagnostican por primera vez basándose en los síntomas. Los síntomas del cáncer de pulmón no son muy específicos y, por lo general, reflejan daños en la capacidad de los pulmones para funcionar con normalidad. Los síntomas más comunes son el empeoramiento de la tos, que no desaparece, y las molestias en el pecho. Otros síntomas son la falta de aire, escupir pequeñas cantidades de sangre, pérdida de peso inexplicable, dolor de espalda, pérdida de apetito y fatiga general.
A diferencia de la mamografía para el cáncer de mama o la colonoscopia para el cáncer de colon, hasta hace poco no se disponía de una herramienta de cribado ampliamente aceptada para el cáncer de pulmón en fase inicial. Las radiografías regulares de tórax no son lo suficientemente fiables como para detectar los tumores de pulmón en sus fases más tempranas, cuando muchos médicos creen que los tumores se encuentran en su estado más pequeño y curable.
Las directrices de la Sociedad Americana de Oncólogos Clínicos sugieren la realización de un cribado anual con tomografía computarizada de baja dosis (LDCT) para los fumadores y ex fumadores con alto riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. Los factores de alto riesgo incluyen tener entre 55 y 74 años, haber fumado durante 30 años o más, y seguir fumando o haber dejado de fumar en los últimos 15 años. En este momento, se recomienda el cribado anual con LDCT para los individuos de alto riesgo después de una cuidadosa discusión con sus médicos.
Además de este procedimiento de cribado, actualmente se está investigando para identificar formas menos complicadas y costosas de detectar el cáncer de pulmón, incluyendo análisis del aliento y la saliva.