Los inversores que estén considerando la posibilidad de adquirir valores de renta fija podrían investigar los bonos corporativos, que algunos han descrito como la última inversión segura. A medida que los rendimientos de muchos valores de renta fija disminuyeron tras la crisis financiera, los tipos de interés pagados por los bonos corporativos los hicieron más atractivos. Los bonos corporativos tienen sus propias ventajas y desventajas.

Las claves

  • Los bonos corporativos están formados por los títulos de deuda que las empresas emiten a los tenedores de bonos para obtener capital.
  • Los bonos corporativos suelen considerarse el «yin» del «yang» de las acciones, y un componente clave de cualquier cartera diversificada.
  • Los bonos corporativos son diversos, líquidos y de menor volatilidad que las acciones, pero también proporcionan generalmente menores rendimientos a lo largo del tiempo y conllevan riesgo de crédito y de tipos de interés.

Ventajas de los bonos corporativos

Una de las principales atracciones de los bonos corporativos es su fuerte rendimiento, en comparación con otros bonos, como los gubernamentales. A fecha de 4 de diciembre de 2020, el tipo actual del índice corporativo estadounidense Bloomberg Barclays era

Liquidez

Muchos bonos corporativos se negocian en el mercado secundario, lo que permite a los inversores comprar y vender estos valores después de haber sido emitidos. Al hacerlo, los inversores pueden beneficiarse potencialmente de la venta de bonos que han subido de precio o de la compra de bonos después de una caída de precios.

Algunos bonos corporativos se negocian poco. Los participantes en el mercado que buscan vender estos valores también deben saber que numerosas variables podrían afectar a sus transacciones, incluyendo los tipos de interés, la calificación crediticia de sus bonos y el tamaño de su posición.

Opciones generalizadas

Hay muchos tipos de bonos corporativos, como los bonos a corto plazo con vencimientos de cinco años o menos, los bonos a medio plazo que vencen en cinco a 12 años y los bonos a largo plazo que vencen en más de 12 años.

Más allá de las consideraciones de vencimiento, los bonos corporativos pueden ofrecer muchas estructuras de cupón diferentes. Los bonos que tienen un tipo de cupón cero no realizan ningún pago de intereses. En cambio, los gobiernos, las agencias gubernamentales y las empresas emiten bonos con tipos de cupón cero con un descuento sobre su valor nominal. Los bonos con un tipo de cupón fijo pagan el mismo tipo de interés hasta que llegan a su vencimiento, normalmente de forma anual o semestral.

Los tipos de interés de los bonos con tipos de cupón variable se basan en una referencia, como el Índice de Precios al Consumo (IPC) o el Tipo de Oferta Interbancaria de Londres (LIBOR), añadiendo un cierto número de puntos básicos (pb) a la referencia. Los pagos de intereses cambian junto con el índice de referencia.

Un tipo de cupón escalonado proporciona pagos de intereses que cambian en momentos predeterminados, y normalmente aumentan. La mayoría de estos valores tienen una cláusula de rescate, lo que significa que los inversores reciben el tipo de interés inicial hasta la fecha de rescate. Una vez alcanzada la fecha de rescate, el emisor cancela el bono o aumenta el tipo de interés.

Desventajas de los bonos corporativos

Un riesgo importante de los bonos corporativos es el riesgo de crédito. Si el emisor quiebra, el inversor puede no recibir los pagos de intereses o recuperar su capital. Esto contrasta con los bonos que han sido emitidos por un gobierno con una alta calificación crediticia, ya que esta entidad podría teóricamente aumentar los impuestos para realizar los pagos a los tenedores de bonos.

Otro riesgo notable es el riesgo de evento. Las empresas podrían enfrentarse a circunstancias imprevistas que podrían socavar su capacidad de generar flujo de caja. Los pagos de intereses – o el reembolso del principal – asociados a un bono dependen de la capacidad del emisor para generar este flujo de caja. Los bonos corporativos pueden proporcionar un flujo fiable de ingresos a los inversores. Estos valores basados en la deuda se volvieron especialmente atractivos tras la crisis financiera, ya que los estímulos de los bancos centrales contribuyeron a reducir los rendimientos de muchos valores de renta fija. Los inversores interesados pueden elegir entre muchos tipos de bonos corporativos, y estos valores suelen gozar de una liquidez considerable. Sin embargo, los bonos corporativos tienen sus propios inconvenientes.

El resultado final

Como todo en la vida, y especialmente en las finanzas, los bonos corporativos tienen tanto pros como contras:

Pros

  • Tienden a ser menos arriesgados y menos volátiles que las acciones.

  • Un amplio universo de emisores y bonos corporativos entre los que elegir.

  • El mercado de bonos corporativos se encuentra entre los más líquidos y activos del mundo.

Contras

  • Un menor riesgo se traduce en una menor rentabilidad, de media.

  • Muchos bonos corporativos deben adquirirse en mercados no organizados.

  • Los bonos corporativos exponen a los inversores tanto al riesgo de crédito (impago) como al de tipos de interés.

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