La estrella del pop parece haber añadido algunas líneas más al arte corporal que se hizo con su marido Jay-Z
La naturaleza de la celebridad es fabricar un cierto culto a la personalidad alrededor de las figuras de la cultura pop, dando la impresión de que no sólo son perennemente impecables, sino que también viven vidas envueltas en la oscuridad y más allá de nuestra simple y plebeya comprensión. Pero, con o sin fama internacional, Beyoncé y Jay-Z son sin duda los artífices de su propio misterio. Al fin y al cabo, cuando se juntan dos multimillonarios que van más allá de la leyenda, el resultado tiene que ser alucinantemente lujoso, exagerado y totalmente único, hasta en la forma de demostrar su amor mutuo. Como por ejemplo, hacerse un conjunto de tatuajes a juego el día de su boda en lugar de los tradicionales anillos de oro y diamantes (aunque la estrella del pop también los tiene). Y ahora parece que Beyoncé ha hecho unas cuantas adiciones propias a su icónico arte corporal.
La pareja se tatuó cada uno números romanos IV en sus dedos anulares después de casarse, representando no sólo su número de la suerte, sino también sus fechas de nacimiento y el día de la boda. Beyoncé nació el 4 de septiembre, Jay-Z el 4 de diciembre y se casaron el 4 de abril, el cuarto día del cuarto mes del año. El número también ha aparecido en los discos de ambos, primero en el cuarto álbum de estudio de Beyoncé, apropiadamente titulado 4, y más recientemente en el último álbum de Jay-Z, 4:44. Y la obsesión numérica va aún más allá, incluso llamaron a su hija con el número, Blue Ivy, o deberíamos decir, Blue IV.
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En 2014, los fans especularon que el matrimonio de la pareja podría estar pasando por una mala racha (poco después del inexplicable momento del ascensor, los fans con ojos de águila notaron que el arte corporal de la estrella del pop estaba empezando a desvanecerse).
Y aunque ahora sabemos, gracias a Lemonade, que la colmena de Bey probablemente no estaba totalmente equivocada, parece que las cosas han vuelto a su cauce y están mejor que nunca, aunque su alteración de esta tinta sólo añade una nueva capa de inescrutabilidad. Parece que Beyoncé ha añadido unas cuantas líneas más a la pieza, oscureciendo ligeramente el IV original pero haciendo que se parezca un poco más al número 4. Los fans han señalado que, de lado, el nuevo tatuaje también parece una J mayúscula. A nosotros nos parece que estos dos están tan locamente enamorados como siempre.
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