Cuidados básicos del perrito de las praderas
Vida en la naturaleza
El perrito de las praderas de cola negra (Cynomys ludovicianus) es un roedor social que vive en «pueblos». Los pueblos de los perritos de las praderas constan de muchos pabellones, con unidades familiares llamadas coterráneos. Generalmente, cada coterio incluye un macho adulto, tres hembras adultas y sus crías. Los perritos de la pradera tienen un sistema de comunicación muy singular que utiliza el lenguaje corporal y las señales verbales. El perrito de las praderas recibe su nombre de un «ladrido» de advertencia que emite cuando está excitado o tiene miedo. Los perritos de las praderas sobreviven con una dieta compuesta principalmente por hierbas y otras plantas. También comen ocasionalmente huevos y crías de búho de madriguera.
DIET
Los perritos de la pradera domésticos pueden vivir entre 5 y 10 años. La mayor parte de la dieta debe consistir en heno de hierba (por ejemplo, timothy) y pastos. A los perros de las praderas o «P-Dogs» también se les debe ofrecer comida para roedores (recomendamos la comida para cobayas de la marca Oxbow® www.oxbowanimalhealth.com) y verduras de hoja oscura, como las siguientes:
Hojas de nabo |
Brussel sprouts |
Hojas de mostaza |
Hojas de acelga |
Dientes de león |
Perejil |
Col rizada |
Hojas de brócoli |
También pueden ofrecerse otras verduras y frutas en menor cantidad, pero sólo como golosinas y no deben constituir más del 10% de la dieta de su perro:
Guayabas |
Naranja |
Verduras de remolacha |
Repollo |
Coliflor |
Rutabaga |
Colinabo |
Raspinas |
Fresas |
Espinacas |
Melón melón |
Floretes de brócoli |
Evite las semillas y los frutos secos como golosinas, ya que tienen un alto contenido en grasa, y los perros de la pradera ya tienen tendencia a la obesidad.
Disponga de agua fresca en una botella de agua. Coloque el tubo para beber lo suficientemente bajo como para permitir que la mascota tenga fácil acceso. Sólo beberá una fracción del volumen total de la botella, pero ésta debe vaciarse, limpiarse y llenarse de agua fresca diariamente.
ALOJAMIENTO
Provea una jaula lo más grande posible para su perro de las praderas. Los roedores son muy mordedores, por lo que se recomienda utilizar jaulas de acero inoxidable, plástico resistente o alambre. Evite las jaulas construidas con madera o metal blando. Las jaulas con una base de plástico sólido con barrotes metálicos poco espaciados son ideales tanto para la contención como para la ventilación. Los tanques de acuario no proporcionan suficiente ventilación y deberían evitarse.
Provea abundante material de anidación y lecho profundo para que escarbe, descanse y absorba la orina. Puede ser necesario colocar la jaula dentro de una caja para recoger el lecho que se arroja fuera del recinto mientras el perrito de las praderas escarba. Seleccione un lecho limpio, absorbente, no tóxico y sin olores. Los productos de papel reciclado (por ejemplo, CareFRESH®, Absorption Corp www.absorbent.com) o las virutas de álamo son los mejores materiales de revestimiento. Hay una serie de materiales de cama que deben evitarse:
- Las virutas de cedro contienen sustancias químicas que son tóxicas y pueden causar irritación.
- La ropa de cama de espino tiene tendencia al moho y puede provocar una obstrucción intestinal si se ingiere.
- El serrín o cualquier viruta de pino puede causar irritación en los ojos y en las vías respiratorias.
También proporcione toallas de papel trituradas o pañuelos de papel como material de anidación. Evite los productos de algodón mullido disponibles en el mercado, ya que estos materiales no son digeribles y pueden provocar una obstrucción intestinal si se ingieren.
Provea acceso a múltiples cajas nido y muchos palos para roer, como ramitas de madera sin tratar y troncos que hayan sido envejecidos durante al menos 3 meses. Las ramas de manzano pueden comerse recién sacadas del árbol. Aléjese de: cerezos, melocotones, albaricoques, ciruelas y secuoyas, que son todos venenosos. Tenga en cuenta que los perros de la pradera son excesivamente masticadores y pueden ser extremadamente destructivos si no se les supervisa.
Los perros de la pradera no hibernan, sin embargo, cuando las temperaturas caen por debajo de los 55 °F (13 °C) pueden tener períodos de letargo de semihibernación o torpor.
CASTRAR
Los perros de la pradera machos deben ser castrados. Los machos intactos tienden a volverse muy agresivos e irritables durante su temporada de cría. La castración es un procedimiento intraabdominal por lo que la presencia de grasa abdominal es significativa. Dado que los perros de la pradera tienden a ganar grasa corporal adicional durante los meses de invierno, el mejor momento para la castración es entre mayo y octubre. La castración se realiza mejor durante el primer año de vida. La madurez sexual se alcanza entre los 2 y 3 años de edad.
Si su perro de las praderas tiene sobrepeso, es probable que sus testículos estén ocultos dentro de la grasa intraabdominal haciendo que la cirugía sea más larga y más exigente técnicamente. Su veterinario querrá discutir un plan de reducción de peso con usted.
SALUD
- Enfermedad dental – Los perros de la pradera poseen dientes de raíz abierta que crecen continuamente durante toda la vida. A veces se observa maloclusión o crecimiento de dientes torcidos. Los problemas dentales también pueden causar problemas respiratorios. El odontoma consiste en una anomalía de los dientes incisivos, lo que provoca una presión en el paladar que, a su vez, causa dificultades respiratorias. Los signos respiratorios pueden incluir la respiración con la boca abierta y la secreción nasal ocasional. El odontoma suele ir precedido de una historia de traumatismos en los incisivos, como la masticación vigorosa de jaulas de alambre.
- La obesidad es un problema importante en el perrito de las praderas en cautividad. Debería esperarse un aumento de peso moderado durante el invierno, pero los perros de las praderas deberían volver a su peso normal en primavera. La obesidad puede provocar enfermedades de la vesícula biliar, del hígado y/o del corazón.
- Las enfermedades respiratorias, como la neumonía, no son infrecuentes en el perro de las praderas. La obesidad y la mala ventilación pueden desempeñar un papel en este problema. Los signos de neumonía incluyen dificultad para respirar, secreción por los ojos o la nariz, pérdida de apetito y letargo.
- Traumatismos – Los problemas relacionados con los traumatismos se observan con frecuencia en los perros de la pradera, ya que intentarán trepar, pero no son muy ágiles y suelen caer haciéndose daño.
- Las pulgas también pueden ser un problema en los perros de la pradera.
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