La mayoría de los estudios sobre la autoatribución de la agencia pueden clasificarse examinando una o más de las tres condiciones de Wegner: prioridad, exclusividad y consistencia. Al manipular estos tres parámetros de forma sistemática, los investigadores han arrojado luz sobre el papel que desempeña cada uno de ellos en las autoatribuciones de agencia.

PrioridadEditar

Wegner sugiere que el orden temporal es crítico para las atribuciones de autoagencia; el agente debe haber planeado o pensado en el suceso/acción antes de que ocurra para sentir que lo ha querido. Esto es una extensión natural de la noción de sentido común de que una causa no puede ocurrir después de su efecto. Sin embargo, una serie de hallazgos han demostrado que, más allá del requisito básico de que la causa preceda al efecto, los detalles de la cronología son importantes. Además, los juicios sobre el tiempo (y, por tanto, la prioridad) pueden verse influidos por la variación de otros parámetros, principalmente la condición de consistencia de Wegner.

La experiencia de causar un evento altera la experiencia subjetiva de su tiempo. Por ejemplo, las acciones se perciben como desplazadas temporalmente hacia sus efectos cuando se realizan voluntariamente, pero no cuando se evocan involuntariamente mediante estimulación magnética transcraneal (Haggard, Clark y Kalogeras 2002). Esta distorsión del intervalo percibido entre el movimiento y el efecto se conoce como vinculación intencional y se considera una medida implícita del sentido de agencia. Moore, Wegner y Haggard (2009) muestran que el priming supraliminal afecta a la vinculación intencional. Este efecto contiene un componente inferencial »postdictivo», porque el efecto desplaza el tiempo percibido de la acción, incluso cuando la probabilidad de ocurrencia del efecto es baja (Moore y Haggard, 2008).

Gentsch y Schütz-Bosbach (2011) encuentran una modulación descendente de los potenciales visuales relacionados con eventos (ERPs) tanto por la autoagencia como por el priming de la autoagencia, lo que sugiere que tanto la información eferente como los pensamientos previos sobre la consecuencia de la acción informan el sentido de la agencia. Además, Engbert et al. (2008) demostraron que la vinculación intencional sólo se producía cuando el movimiento de la palanca de respuesta era generado activamente por el sujeto; los movimientos pasivos (iniciados por la palanca de respuesta) no daban lugar a la vinculación intencional. Estos resultados sugieren que las órdenes motoras eferentes, y no sólo la prioridad y la consistencia (véase más adelante), son la clave de las atribuciones de autoagencia.

Sin embargo, la vinculación intencional puede no ser exclusiva de la autoagencia; Strother, House y Sukhvinder (2010) encontraron la vinculación intencional en una situación de acción compartida en la que estaban presentes otros agentes con objetivos y acciones similares.

ExclusividadEditar

La condición de exclusividad de Wegner postula que la atribución de la autoagencia se produce con más fuerza en ausencia de otras causas potenciales. La presencia de otras causas potenciales en la proximidad temporal y espacial del evento, en igualdad de condiciones, dará lugar a una menor sensación de autoagencia.

Dijksterhuis y sus colegas (2008) encontraron que el cebado no consciente con pronombres en primera persona del singular aumentó los sentimientos de autoagencia, mientras que el cebado no consciente con otras causas potenciales (ordenador, Dios) disminuyó los sentimientos de autoagencia. Hindriks et al. (2011) han propuesto un modelo de inferencia bayesiana computacional de autoatribución de agencia que se ocupa principalmente de la dimensión de exclusividad. (Para otro enfoque bayesiano de la agencia y el control, véase Huys y Dayan, 2009.)

ConsistenciaEditar

Wegner sostiene que el evento debe coincidir con la acción planificada; la atribución será baja si el resultado no coincide con la causa percibida. Wegner y Wheatley (1999) demostraron que el cebado de los participantes con pensamientos relevantes para un movimiento justo antes de que fuera realizado por otra persona hizo que los participantes sintieran que ellos mismos habían causado la acción. Ebert y Wegner (2010) también demostraron que la manipulación de la coherencia mejoraba tanto los juicios de autoautoría como la vinculación temporal entre causa y efecto (véase también Haggard, Clark y Kalogeras, 2002; Moore, Wegner y Haggard, 2009).

Otros estudios han demostrado que la coherencia entre el pensamiento previo y la acción posterior puede producir un sentido de agencia vicaria para las acciones de otra persona (Wegner, Sparrow y Winerman, 2004), aumentar las atribuciones de autoagencia para las propias acciones (Pronin, Wegner, McCarthy y Rodríguez, 2006), e incluso producir cambios en la autoatribución cuando el pensamiento previo es inconsciente (Aarts, Custers y Wegner, 2005) o el resultado de un priming no consciente (Aarts, Custers y Marien, 2009).

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