Arreglo, en música, tradicionalmente, cualquier adaptación de una composición para ajustarla a un medio distinto de aquel para el que fue escrita originalmente, conservando al mismo tiempo el carácter general del original. La palabra se utilizaba con frecuencia indistintamente con la de transcripción, aunque esta última tenía la connotación de elaboración del original, como en las virtuosas transcripciones para piano de las obras para órgano de J.S. Bach realizadas por Franz Liszt, el compositor-pianista italiano Ferruccio Busoni y otros. En épocas posteriores, las definiciones se invirtieron casi por completo, y el arreglo connotaba la libertad musical en la elaboración o la simplificación. En la música popular y el jazz, la palabra se utiliza a menudo como sinónimo de «partitura»
Los arreglos de composiciones vocales fueron cruciales en la historia temprana de la música instrumental. Así, la polifonía vocal de la Baja Edad Media y el Renacimiento, incluidos los motetes, las chansons y las partes de la misa, se intabulaba (se transcribía para sugerir las posiciones de los dedos en lugar de los tonos) para el uso de los intérpretes de teclado y laúd, lo que les permitía interpretar individualmente la música escrita para varios cantantes.
Durante el período barroco (c.1600-1750), el interés por los arreglos disminuyó, tal vez debido a la creciente importancia de la música instrumental y a la disminución de la importancia de la escritura vocal. Bach, que arregló muchos de los conciertos para violín de Antonio Vivaldi para clave y órgano, fue una notable excepción.
Durante el siglo XIX, con su énfasis en el piano, los arreglos volvieron a ser populares. Liszt transcribió canciones de Schubert, así como escenas de los dramas musicales de Wagner. Brahms escribió para orquesta un arreglo de sus propias Variaciones sobre un tema de Haydn, originalmente para dos pianos, y de la «Chacona» de la Partita en re menor de Bach para violín, que refundió como estudio pianístico para la mano izquierda. En el siglo XX, Arnold Schoenberg realizó a su vez elaborados arreglos orquestales de música de Bach, Georg Matthias Monn y Brahms que equivalen a verdaderas recomposiciones, a diferencia de los populares arreglos de Bach realizados por Stokowski, Respighi y otros, que disfrutaron de una considerable moda durante la época anterior a la Segunda Guerra Mundial.
Los arreglos para piano de las partituras de ópera y ballet, en particular, han demostrado durante mucho tiempo su valor en la preparación de las actuaciones. Las ediciones de interpretaciones de las primeras partituras con notación problemática suelen tener todas las características de los arreglos más subjetivos.