Le guste o no, los precios de la gasolina y el coste de los billetes de avión son altos en estos días. Así que, siempre que no vayas a cruzar ningún océano, ¿cómo saber cuál es la mejor opción?
Aquí tienes unas cuantas preguntas que te ayudarán a determinar si tu próximo viaje será por las alas o por las ruedas.
¿Cuál es tu presupuesto?
Ya sea que haya estado ahorrando sus centavos durante mucho tiempo, o que esté listo para derrochar a corto plazo, un presupuesto es a menudo lo que dirige la decisión de volar o conducir.
El aspecto financiero generalmente va de dos maneras: 1) Se mira la cuenta bancaria (o el límite de crédito) y se determina a dónde se puede ir; o 2) Se elige un destino y se hace que se ajuste a los límites monetarios.
Independientemente de cómo se llegue a la cifra mágica, la cantidad que se está dispuesto a gastar desempeña un papel importante a la hora de decidir si se vuela o se conduce.
Cuando se hacen números, hay que recordar que no se trata sólo del billete de avión frente al coste de la gasolina. También hay que tener en cuenta los costes menores que se van sumando.
Costes de la conducción
¿Cuál es el precio de la gasolina y qué kilometraje obtendrá? El coste del combustible en Estados Unidos puede variar en 0,40 o 0,50 dólares por galón según el lugar al que viajes.
¿Tienes un coche capaz de recorrer la distancia con seguridad o vas a alquilar uno? Si su coche necesita reparaciones, téngalo en cuenta. Si su coche está en buen estado, el desgaste de conducir largas distancias puede hacer que también necesite reparaciones más adelante. Si no tiene coche, añada el coste de alquilar uno y no olvide los extras que pueda necesitar, como el seguro.
Costes del vuelo
¿Cómo llegará al aeropuerto? Dependiendo del lugar en el que vivas, el coste de llegar al aeropuerto puede ser desde mínimo hasta una fuerte suma de dinero.
Si vas en coche (o te lleva un amigo), ¿será un viaje rápido o tardarás medio depósito de gasolina y un par de horas en ir y volver? ¿Pagará peajes y/o pagará por el aparcamiento? ¿Llamará a un taxi o a un servicio de coches? Añada estos dólares al precio del billete.
¿Cuánto equipaje necesitará? No se olvide de esos molestos cargos por equipaje que le cargan en cada trayecto si decide facturar sus maletas.
Cuando vivía en el noreste, solía ser más caro volar desde Connecticut en lugar de hacerlo desde los centros principales como JFK o LaGuardia, que estaban a sólo 80 millas. A menudo elegía la tarifa más alta porque conducir hasta la ciudad -a veces con el tráfico de la hora punta de Nueva York-, además de los exorbitantes peajes y tarifas de aparcamiento, rara vez hacía que mereciera la pena la tarifa ligeramente más barata.
¿A dónde vas?
También querrás analizar un poco el lugar al que te diriges. Una regla común dice que si la distancia en coche es de 4 horas o menos, es más rentable conducir.
Pero muchas veces, conducir 5, 6 o incluso 10 horas sigue siendo mejor que volar, dependiendo del lugar al que vaya. Este suele ser el caso si su aeropuerto de destino está en una ciudad pequeña o tiene vuelos limitados.
También puede encontrar una tarifa aérea más cara que la de conducir, pero vale la pena pagar más si tiene poco tiempo.
¿Cuánto tiempo tiene?
Una vez que tenga claro lo lejos que va a ir, piense en el tiempo que piensa estar fuera.
Su lugar de vacaciones puede estar a miles de kilómetros o a sólo 4 horas en coche, pero si sólo puede quedarse uno o dos días, un vuelo es a menudo la mejor opción.
Por otro lado, si tiene un poco más de tiempo, pero debe viajar en días específicos de la semana o en fechas fijas, conducir puede darle cierto nivel de control donde los horarios de los vuelos, los retrasos del clima y otras variables de los viajes aéreos pueden desviar sus planes.
¿Cuál es su plan?
El propósito y el plan de su viaje también le ayudarán a decidir si debe volar o conducir.
¿Necesitará un coche cuando llegue o utilizará el transporte público? Si se aloja en una ciudad abarrotada, tener que aparcar un coche puede ser más una molestia que una ayuda.
Si va a necesitar sus propias ruedas en tierra, sopese el coste de alquilar un coche una vez que llegue -en caso de que vuele- frente al coste total de conducir hasta su destino. Si va a estar con amigos o familiares que estarán encantados de conducir, deje el coche en casa y disfrute del viaje.
¿Quién va a ir?
A veces, cuando ve quiénes le acompañan, la decisión de volar o conducir es obvia.
Si se trata de un sorteo, el número de personas que van, así como sus edades y su estado de salud son consideraciones importantes. Viajar con niños, ancianos o personas con necesidades especiales puede descartar fácilmente el vuelo o la conducción, dependiendo de sus circunstancias específicas.
Si viaja solo, puede sentirse más cómodo volando. Si conduce, tendrá que hacer todo el trayecto y llevar la carga financiera, lo que puede o no ser factible cuando vea su presupuesto y sus limitaciones de tiempo.
Si le acompañan otras personas que puedan ayudarle a conducir y que dividan los gastos de gasolina, puede tener más sentido conducir cuando compare el coste de varios billetes de avión.
¿Qué experiencia es importante para usted?
No hay que pasar por alto que viajar es mucho más que dinero y logística. Aunque puede costar menos volar, conducir puede darte la experiencia de viajar más despacio y explorar de formas que el jet-set no te permite.
Por otro lado, puede tener más sentido conducir, pero tal vez prefieras llegar deprisa, para poder pasar más tiempo descubriendo nuevos lugares y creando recuerdos una vez que estés allí.