¿Qué es el acoso escolar?

El acoso escolar se produce cuando los niños:

  • se burlan de otros niños una y otra vez
  • ignoran a otros niños o los dejan fuera de los juegos o actividades
  • dicen cosas feas o insultan a otros niños
  • difunden historias desagradables sobre otros niños
  • golpean y empujan a otros niños
  • toman las cosas de otros niños.

El acoso puede ocurrir cara a cara. También puede ocurrir en línea, por ejemplo, si los niños envían textos de acoso o publican comentarios negativos sobre otros en línea. Esto es el ciberacoso.

Si los amigos o compañeros no están de acuerdo o incluso discuten, o si alguien dice algo malo una vez, puede ser desagradable e incluso desagradable. Pero no es acoso escolar. El acoso es un comportamiento mezquino e hiriente que se repite una y otra vez.

Nunca se debe dejar que los niños resuelvan el acoso por sí solos. Pueden resultar gravemente perjudicados por ello. Es importante que detengas el acoso rápidamente, antes de que dañe la confianza del niño. Lee más sobre cómo ayudar a los niños en edad preescolar que sufren acoso y cómo ayudar a los niños en edad escolar que sufren acoso.

Detectar las señales de acoso

Es posible que tu hijo te diga que está siendo acosado. Por ejemplo, puede decir que los otros niños se burlan de ella, la menosprecian, se ríen de ella, la insultan, la ignoran o la amenazan.

Si su hijo no dice nada pero usted está preocupado, aquí tiene algunas señales a las que debe prestar atención.

Señales físicas
Estas incluyen:

  • moretones, cortes y arañazos
  • rotura de la ropa
  • falta de objetos
  • de comer o de dormir
  • mojarse en la cama
  • quejas de dolor de cabeza o de barriga.

Solicitudes de dinero u otros objetos
La persona que ejerce el acoso puede exigir a su hijo dinero o cosas como golosinas de la fiambrera.

Problemas escolares o preescolares
Su hijo podría:

  • no querer ir al preescolar o a la escuela
  • acompañar a los profesores durante los descansos
  • empezar a sentarse solo
  • tener dificultades para hacer o responder preguntas en clase, o tener problemas con las tareas escolares o los deberes
  • dejar de participar en las actividades escolares.

Cambios sociales
Su hijo puede evitar eventos sociales que solía disfrutar, como las fiestas. O puede notar que:

  • se le excluye en el almuerzo y en el recreo
  • se pierde el contacto con los compañeros después de la escuela
  • se le elige el último para los equipos y los juegos.

Cambios emocionales
Su hijo puede parecer inusualmente ansioso, nervioso, molesto, infeliz, deprimido, lloroso, enfadado, retraído y reservado. Estos cambios pueden ser más evidentes al final de los fines de semana o de las vacaciones, cuando su hijo tiene que volver al colegio.

Estos signos no significan necesariamente que su hijo esté siendo acosado. Pueden ser signos de otros problemas, como la depresión. Si le preocupa, hable con su médico de cabecera u otro profesional de la salud.

No hay una sola manera de saber si su hijo está siendo acosado. La forma en que su hijo reaccione al acoso dependerá de la gravedad del mismo, así como de la personalidad de su hijo.

¿Qué ocurre si su hijo es el que hace el acoso? Puede ser difícil de entender y aceptar, pero hay cosas que puedes hacer si tu hijo está acosando a otros.

Si te preocupa que tu hijo esté siendo acosado: averigua más

Puede ser difícil saber con seguridad si tu hijo está siendo acosado. Pero si su hijo está siendo acosado, hablar sobre el acoso es una de las mejores maneras de ayudarle y protegerle.

Para averiguar más sobre lo que está pasando, podría probar algunos de estos temas de conversación para niños de 4 a 6 años:

  • ¿Con quién has jugado hoy? ¿Hay alguien con quien no te guste jugar? ¿Por qué?
  • ¿A qué tipo de juegos has jugado? ¿Te han gustado?
  • ¿Tienes ganas de ir al colegio mañana?

O prueba con estos temas de conversación para niños de 7-8 años:

  • ¿Qué has hecho hoy a la hora de comer?
  • ¿Hay alguien en el colegio que no te guste? ¿Por qué?
  • ¿Tienes ganas de ir a la escuela mañana?
Cuando hable con su hijo sobre la escuela, trate de mantener una conversación relajada y amistosa, y evite bombardearlo con preguntas. Limítate a prestarle toda tu atención, hazle preguntas sencillas y escucha sus respuestas. Puede intentar decir cosas como: «¿Y qué pasó después?» y «¿Qué hiciste entonces?». Este enfoque puede ayudar a tu hijo a abrirse a ti.

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