El magnesio es un mineral abundante en el cuerpo. Se encuentra de forma natural en muchos alimentos, y con frecuencia se toma como suplemento dietético. Se utiliza como cofactor en numerosas reacciones químicas. Sin magnesio, no se pueden crear proteínas, los nervios no pueden funcionar y los músculos no pueden crecer. El magnesio es necesario para producir energía a partir de los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas. Es un componente esencial en el desarrollo del ADN y de las posteriores comunicaciones para la función celular diaria, llamadas ARN. También desempeña un papel fundamental en la producción del glutatión, el antioxidante más importante del cuerpo.
El magnesio intravenoso se utiliza en problemas médicos leves y graves como las migrañas, los efectos secundarios de los medicamentos, los ataques de asma, la presión arterial alta, la preeclampsia del embarazo y los ritmos cardíacos fatales.
Migrañas:
En los servicios de urgencias y hospitales de todo el mundo, el magnesio se administra por vía intravenosa para detener las migrañas. No se conoce el mecanismo exacto, pero se han formulado varias hipótesis. Se sabe que el magnesio es un agente calmante del sistema nervioso, ya que relaja los vasos sanguíneos y produce sueño. Administrado en exceso, puede detener los reflejos. Como se cree que las migrañas son una excitación de los nervios en el cerebro, el magnesio trabaja para calmar estos nervios, deteniendo así la migraña en su camino. Otra hipótesis es que la deficiencia de magnesio es la causa de la migraña, por lo que cuando se administra por vía intravenosa, la deficiencia se resuelve inmediatamente. El problema es que los análisis de sangre rutinarios para el magnesio no son fiables para los verdaderos niveles de magnesio, ya que la mayoría del magnesio en nuestro cuerpo está dentro de nuestras células … no en nuestro flujo sanguíneo. Para las migrañas específicamente, la cantidad en nuestro cerebro puede ser muy diferente del resto de nuestro cuerpo ya que el magnesio requiere transportadores especiales para acceder al líquido cefalorraquídeo que rodea nuestro cerebro y la columna vertebral.
Reductores de la acidez estomacal o IBP (Nexium, Prilosec, Dexilant, etc):
Estos medicamentos para el estómago se han convertido en omnipresentes en nuestra sociedad. Parece que todo el mundo los toma para la acidez, el reflujo y la indigestión. Se han promocionado como inofensivos. Es probable que muchos de mis lectores estén tomando estos medicamentos. Sin embargo, no son inofensivos, y por fin están apareciendo nuevos datos que muestran algunos de sus efectos perjudiciales a largo plazo. Uno de los efectos secundarios más conocidos es la deficiencia de magnesio. Estos medicamentos reducen la acidez del estómago, y resulta muy difícil absorber el magnesio sin la acidez o el pH adecuados. Al igual que mencioné anteriormente, el magnesio bajo es difícil de detectar mediante un análisis de sangre, ya que el magnesio se almacena dentro de las células y no en el torrente sanguíneo. Además, el magnesio es difícil de reponer por vía oral ya que se absorbe mal. Por ello, el magnesio por vía oral (citrato de magnesio) se utiliza para el estreñimiento, ya que provoca diarrea. Por lo tanto, la terapia de magnesio por vía intravenosa es una forma excelente de restablecer los niveles de magnesio en el interior de las células. La dosis completa de magnesio intravenoso se absorbe mientras que la mayor parte de una dosis oral puede no hacerlo.
Ataques de asma:
Los ataques de asma graves se tratan frecuentemente con magnesio intravenoso en los hospitales. Al igual que mencioné en Migrañas, el magnesio relaja los nervios. En el asma, los nervios de los pulmones están sobreestimulados causando un estrechamiento de las vías respiratorias que provoca sibilancias y falta de aliento. Al administrar grandes dosis de magnesio por vía intravenosa, se calman los nervios y los músculos de los pulmones, restaurando el flujo de aire de forma natural.
Presión arterial alta o hipertensión:
La forma en que el magnesio reduce la presión arterial es idéntica a los patrones de las migrañas y el asma: calmando los nervios.
La presión arterial de su cuerpo está regulada por los nervios que aprietan los vasos sanguíneos. La cantidad de apriete determina la presión sanguínea. El magnesio baja el nivel de presión, reduciendo así la presión sanguínea de forma natural. Esto se considera uno de los «efectos secundarios» de la terapia con magnesio, pero también es un beneficio potencial si tiene la presión arterial alta.
Preeclampsia:
La preeclampsia es una enfermedad que sólo se produce durante el embarazo, y provoca 3 síntomas principales: Presión arterial alta, hinchazón de manos, cara y pies, y proteínas en la orina. Es potencialmente peligrosa y afecta a 200.000 mujeres al año. Puede evolucionar hasta provocar convulsiones y potencialmente la muerte tanto de la madre como del niño. Se trata con una terapia de magnesio por vía intravenosa que reduce la presión sanguínea y evita que la madre entre en trabajo de parto.
Los latidos cardíacos rápidos (Torsades de Pointes o torsión de los puntos):
Se trata de un acontecimiento poco frecuente pero que pone en peligro la vida de forma inminente y que suele estar causado por un nivel bajo de magnesio. Suele ocurrir en pacientes con problemas médicos más graves como insuficiencia cardíaca, enfermedad hepática, hipotermia (frío) y hemorragia subaracnoidea (sangrado cerebral). El tratamiento de este ritmo mortal es la desfibrilación o «choque», como se ve típicamente en las películas con paletas y alguien gritando, «¡¡¡LIMPIEZA!!!»
Nota al margen: las paletas ya no se utilizan en la medicina real. Han sido reemplazadas por almohadillas adhesivas, pero éstas no son lo suficientemente sexys para las películas.
Como puede imaginar, hay muy pocos efectos secundarios del magnesio intravenoso ya que cualquier magnesio extra es orinado. ¿Por qué no lo usamos más? ¿Es porque los medicamentos son más eficaces? ¿Es porque las terapias naturales son para los bárbaros? ¿O es porque estoy exagerando los beneficios del magnesio? No me creas… ¡Busca en Google!