Cuando dicen que de tal palo tal astilla, bien podrían referirse a Antonietta Collins y María Antonieta Collins. Antonietta creció viendo a su madre en las redacciones, y a veces María incluso llevaba a Antonietta a su lugar de trabajo. La experiencia hizo que Antonietta quisiera crecer para ser como su madre; por eso estudió gestión deportiva en el Mount Union College. Ahora es locutora de deportes en ESPN, ya que se incorporó a la cadena en 2013. Estos son algunos datos que muy probablemente no conozcas de ella.

Su consejo más valioso

Una cosa que Antonietta atesora a lo largo de su trayectoria es la comprensión de que cada persona tiene un camino diferente que recorrer, y no podemos comparar nuestra ruta con la de los demás. Por eso, en lugar de luchar por ser como sus competidores, insta a los aspirantes a periodistas a que se centren en superarse a sí mismos hasta alcanzar sus objetivos.

Su mayor obstáculo

Dicen que no hay que reírse de alguien que no domina tu idioma porque significa que no es su lengua materna, y que sabe otro idioma. Para Antonietta, el español era su primera lengua, pero en su casa hablaban tanto español como inglés. Sin embargo, conservó su acento, que llevó a su puesto de presentadora. Desgraciadamente, no todo el mundo apreciaba su forma de pronunciar los nombres de las personas, y fue trolleada en Twitter. Esto afectó tanto a Antonietta que empezó a americanizar incluso los nombres españoles, lo que hizo que su madre la llamara la atención por no ser auténtica. Por suerte, el jefe de Antonietta le dijo que fuera fiel a sí misma y que lo único que quería de ella era que fuera clara en sus reportajes. Por lo tanto, no tuvo que conformarse.

Sintió la presión de tener que demostrar su valía

Actualmente, las mujeres han sido representadas en todas las industrias, pero todavía hay una lucha por la paridad de género. Cuando entró en los medios de comunicación como reportera de deportes, Antonietta recuerda que había muy pocas mujeres que informaran a nivel local. Por ello, siempre sintió la necesidad de demostrar que era la mejor reportera que había, demostrando que, además de ser guapa, sabía desenvolverse en el ámbito deportivo.

Su madre es su peor crítico

Algunas madres miman a sus hijos, y otras los empujan a ser la mejor versión de sí mismos. María Antonietta es una de las que no le gusta ver a su hija flojear. El trabajo de su hija la absorbe tanto que la mira por televisión para ver si hace algo mal. Según ha revelado Antonietta o The Spun, María es muy franca y una vez le dijo a Antonietta que tenía que apagar la televisión porque no paraba de utilizar una palabra muletilla. Antonietta sabe que su madre tiene buenas intenciones y la ha apoyado hasta el punto de elegir el vestuario de Antonietta ya que la presentadora de ESPN confiesa tener mal gusto para vestir.

Comenzó a utilizar las redes sociales como una llamada del deber

Cuando Antonietta se incorporó a la filial de Univisión en Dallas, se esperaba que utilizara las redes sociales para llegar a la audiencia más joven e interactuar con los espectadores actuales. Por lo tanto, en 2011, la reportera comenzó a utilizar las redes sociales y ocupó el puesto de «Ancla de Medios Sociales», que cree que le ayudó a ganar experiencia en su trabajo de presentadora de deportes. Aunque en ESPN no se espera que dependa de las redes sociales para conectar con los fans, ella sigue pensando que es crucial ya que, en esta época, es donde la mayoría de la gente pasa su tiempo.

Tuvo una relación abusiva en su adolescencia

La vida amorosa de Antonietta, o la falta de ella, podría atribuirse a sus traumas anteriores. Aunque no hay detalles precisos sobre lo ocurrido, el libro de su madre «Cuando el monstruo despierta» revela que su hija menor pasó por una relación abusiva con su novio durante su adolescencia. Antonietta es la hija menor de María, por lo que es fácil rellenar los espacios en blanco. La presentadora parece haber preferido no hablar nunca de ello porque si no fuera por el libro de su madre, quizá nunca hubiéramos sabido lo que sufrió.

Cree que ser bilingüe es uno de sus mayores activos

Aunque Antonietta fue objeto de burlas por su pronunciación en español de las palabras, considera que el hecho de poder hablar tanto en inglés como en español le ha ayudado en su carrera como periodista deportiva. Según explicó a Forbes, la mayoría de los jugadores de béisbol son españoles y aún no dominan el inglés, por lo que prefieren hacer las entrevistas en español para evitar malentendidos. Además, hablar en un idioma que los jugadores entienden hace que las entrevistas sean más auténticas, y acertar con sus nombres es un plus.

Se quedó sin trabajo a pesar de tener un título

Se nos dice que la educación es la clave para desbloquear nuestros sueños, pero teniendo en cuenta la tasa de desempleo, los títulos se están volviendo irrelevantes, Antonietta lo comprobó después de graduarse en la universidad, y nadie quería contratarla. Sin embargo, no se dio por vencida; la joven trabajó entonces con ahínco, tal y como le había enseñado su madre, y consiguió su primer trabajo como asistente de producción de Univisión.

Su madre estaba casada con su padrastro como tercera esposa

Sería estupendo que todas las familias se mantuvieran unidas, pero cualquier terapeuta de relaciones te dirá que no tiene sentido hacer que funcione por el bien de los niños. Dicho esto, el padre biológico de María y Antonietta se divorció en 1992, y María siguió adelante con Fabio Fajardo. María se convirtió en la tercera esposa de Fabio, y ambos criaron a las hijas de María hasta que Fabio, desgraciadamente, murió en 2006 de cáncer.

Su madre se quedó con su padrastro a pesar de su infidelidad

Según AARP, como tercera esposa, María ya estaba acostumbrada a tratar con las ex de Fabio. Sin embargo, descubrió que su marido seguía viéndose con otras mujeres después de descubrir una foto de él besando a otra mujer en su teléfono móvil. Resultó que la relación era más que una aventura, y Fabio se había adelantado a casarse con la mujer a espaldas de María. Extrañamente, a pesar de conocer todos estos detalles dolorosos, María decidió quedarse con Fabio en sus últimos días, amándolo y cuidándolo hasta que falleció en octubre de 2006.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.